domingo, julio 30, 2006

Birdwatching 5. La chica exótica


Por la calle la variedad de pajarracos es infinita, pero desde lo alto se avistan otras especies y se las observa de otra manera.

En el cuarto piso del edificio en el que vivo hay una joven japonesa. Debe tener unos pocos años menos que treinta. Es misteriosa, alta, de piernas largas. Es divina. La encontramos en el ascensor y la devoramos con los ojos. Cuando uno de nosotros la encuentra y está solo corre a contarle al otro que la encontró, y cómo estaba vestida y cómo estaba peinada, si sonrió o si estaba seria. Yo siempre imaginé que es concertista, que toca algún instrumento en una forma sublime y en lugares tan sofisticados que ni los conocemos. Siempre la habíamos visto sola y serena como una lámina japonesa que viajara en ascensor. Yo imaginaba que tiene un amante imposible, un japonés bellísimo y triste que siempre está de viaje, un espía o un físico atómico o un teólogo especializado en una religión que ya no existe. Nunca la habíamos oído hablar pero imaginábamos lo mismo: una voz de modulaciones lentas y timbres bajos diciendo frases inteligentes y profundas.

Ayer subió en el cuarto piso pero no estaba sola. Estaba con un hombre. Joven, rubio y con reflejos, gordito, aceitoso, un auténtico pelmazo porteño. Se reían tontamente y se daban como unos empujoncitos torpes. Cuando llegaron a la puerta de entrada y dispusieron de más espacio los empujones se transformaron en alegres manotazos y las risitas en chanzas idiotas. Y entonces oí su voz, Dios mío, oí su voz. Con el más berreta de los sonidos agudos y el más trivial de los acentos barriales su esperada voz decía –Dale, boludo, no jodá má, no jodá, que me tené podrida!

Todavía no sé cuánto tiempo me llevará recuperarme pero de todos modos ese terrible episodio me ha hecho dudar de la confiabilidad de una serie de cosas, entre ellas de la frase que siempre dice mi profesora de dibujo y que le atribuye a Oscar Wilde: sólo la gente superficial no juzga según las apariencias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ja, muy bueno. lástima la decepción.

Un beso grande,
saludos a Alonso
y feliz cumpleaños!
(tarde, pero seguro. Fue el 15, según comentaste en mi blog)

ericz dijo...

jaja, muy bueno.