martes, mayo 31, 2011

Bill, Dominique, Arnold, Mahmud, ¿no tendrán ganas de cortársela?

Qué pensarán El Día Después, quiero decir después de manotearle las gomas y de rempujar contra la pared a una mina que jamás los hubiera mirado en el subte?  Pensarán? 
Si las atacadas no denunciaran, si la justicia no interviniera, seguirían haciendo su vida de banqueros o de celebrities como si tal cosa. Pero es notable cuánto cambió el mundo en estas últimas décadas. Sin embargo, qué poco cambió la relación de algunos hombres con su chota, tan parecida a la del Australopitecus con la suya
Hay dos cosas que le suman bochorno a las últimas noticias (que se vienen enhebrando según La Serie de Acontecimientos Encadenados que ya hemos comentado en este block): la sordidez del escenario de garche de esos hombres y la tristeza de las víctimas que el azar les pone delante de la bragueta. 

A Clinton no le salió tan mal porque Hillary lo necesitaba para su carrera política, y la gordita Lewinsky era una pasante pero también una vivilla golosa. Pero imaginarlos de dorapa contra la boisserie del salón oval a pleno día, mientras los jardineros cortaban el césped a un metro, detrás de la ventana, da escalofríos. A mí no se me hubiera parado ni ahí.
Lo de los banqueros es más bestial y con peor resultado. Ni asomo de romance ni intento de levante: ataque de gorila hambriento sobre cualquier pedazo de cosa comestible. ¿Habrán pensado que no se iba a saber porque eran poderosos? 
Más allá de la indignación, lo de Strauss Kahn y lo de Mahmud Abdel Salam también da vergüenza ajena. Mucha economía de alto vuelo, mucha estrategia financiera y no saben ni hacerse una buena paja, que trae tantas satisfacciones sin ningún riesgo? 
Lo de Schwarzenegger en cambio me da una pena infinita. No por él, acromegálico bestial, sino por todos los otros. Las mujeres.Y los nenes de una y de otra. Imaginar la situación en esa casa, con la latina fregando los baños y la gringa organizando parties, las dos embarazadas a la vez, es espantoso. Las sonrisas y la representación de la armonía familiar, las barbacoas y los cocktails, el caretaje, la carrera política, la buena educación, qué pesadilla escondían detrás. ¿Cómo se puede vivir después de eso?


Debe ser atroz vivir adherido a un caballo que se desboca y te lleva a cualquier lugar en cualquier momento. Seguro que en algún momento desearon extirpárselo y andar a pie aunque sea para descansar un rato. 

viernes, mayo 13, 2011

Cuánta razón tenía Pino

Cuando Pino Solanas Pacheco dijo "me vuelvo loco si me sacan Fibertel" lo comprendí como sólo un alma gemela puede comprender a otra. Nuestros espíritus de señora gorda vibraron a la par ante la amenaza de quedarnos sin servidor. Y otra vez hasta hace un rato tanto él como yo contemplamos aterrados mirando el reloj minuto a minuto la evolución del black out de Blogger, que nos dejó sin poder postear ni commentar durante 24 horas. Imaginate lo que fue para mi, que vivo zangoloteándome entre Gran Pato Criollo, La Flojita de Gatillo y Sea of Shoes. Creí que me moría. Por favor, por favor, que no vuelvan a hacernos algo así.