jueves, noviembre 27, 2008

Consejos de abuela

Ayer les llevé una bañaderita. Era más blanda que el agua, con un suplemento antideslizante para seres coloidales sin exo ni endo esqueleto.
Ayudé a A. a guardar las remeras, vestidos y pantalones acumuladas en pilas sobre la cuna y la comodita.  Medio obligándola le pegamos entre las dos una ordenada como para que se pareciera a un cuarto de bebe, no al guardarropas de una chica guarra con problemas de drogas. Descolgué los echarpes estampados de tigre y los corpiños con pailletes que colgaban sobre la cuna y le ayudé a guardarlos en sus cajones, luchando por un estante libre para las sabanitas y los baberos. 

A la noche me llamó. -Mami, no sabés cómo gritó cuando lo bañamos! Estaba fucsia y lloraba como un poseído!
-El agua no habrá estado demasiado caliente o demasiado fría?
-No, estaba perfecta, la probé con el codo como me enseñaste, pero gritó y gritó hasta que lo sacamos del agua.
Qué raro, pensé, porque en general a los bebes les gusta que los bañen.

Hoy a la tarde me llama para contarme que el bebe tiene un chichoncito del tamaño de una almendra en la cabeza. Hago las preguntas clínicas de rigor: come bien? Tiene el color de siempre? Duerme normalmente? Llora? Está demasiado frío o demasiado caliente? Tiene fiebre? Erupciones? Vomita? Tiene diarrea? El chichoncito es colorado? Caliente? Late? 
Dice que está todo bien, salvo el chichoncito, que es de color y temperatura normales. La atajo porque ya se iba a la guardia y le pregunto si  hoy lo bañaron.

-Bañarlo? Ni loca!  No lo voy a bañar nunca más. No ves que no le gusta que lo bañen?
-Pero hijita, es que a los bebes hay que bañarlos, como a la gente en general, todos los dias.
-No, mami, no pienso bañarlo más. No sabés cómo lloraba. Además, cuando lo saqué de la bañaderita lo envolví en una toalla y se recagó inmediatamente. Un lago de mierda amarilla, no te imaginás.
-Entonces era eso lo que lo hacía llorar. No podía cagar porque estaba en el agua. Hacé la prueba: no se puede garcar en el agua. Bañalo otra vez hoy y fijate qué hace. 
-Ta bien. Y con la toalla de ayer qué hago? La tiro? Está perdida de mierda. No creo que tenga salvación.


domingo, noviembre 23, 2008

Tercer día preso


Se ve que al fin los del Alemán se cansaron del buen trato y pensaron "vamos a usar otros métodos". Esta imagen refleja la onda Abu Ghraib que están probando ahora. Trato duro, pocas palabras y una estética más disciplinaria para obtener resultados rápidos.
Acá lo tienen, despreocupado y canchero como siempre, cagándose en sus captores y tomándose todo el tiempo del mundo para despachar el excedente de bilirrubina. Ídolo total. 

Dale con la cama solar


Tiene un carácter increíblemente fácil: grita como un marrano cuando le hacen maldades como sacarle sangre de una vena de la mano pero en cuanto lo sueltan deja de llorar, suspira un poco con resignación y sigue con lo suyo. Lo suyo es desperezarse, retorcerse lentamente como un gusano, chupetear en el aire, escupir el chupete con el que alguien quiere entretenerlo mientras llega la teta y andar en una bicicleta invisible. Bajo los rayos ultravioletas la pasa bomba, como pueden ver una vez más.
Cuando duerme podés pasarte horas mirándolo: todos los rasgos minúsculos que tiene se mueven, suben, se estiran, se fruncen, se distienden y tiemblan todo el tiempo como un cielo con nubes cuando hay viento. Vino con un software de morphing alucinante que sólo les ponen en el Hospital Alemán. 

viernes, noviembre 21, 2008

Le subió la bilirrubina

No lo ven un poco afrancesado? Ayer se cortó el pelo y hoy está en el hospital tomando rayos ultravioletas. A cada rato se saca el antifaz, se lo mete en la boca y hace desesperados esfuerzos por comérselo. Se le ofrece una teta a cambio del antifaz y le clava las encías con frenesí hasta que cae desmayado con un laguito de leche entre los labios. 
Lo internaron hoy a la mañana porque estaba amarillo y flaco como un limón exprimido y tres horas después ya tiene este inquietante aspecto de metrosexual bien alimentado. Enseguida se adaptó a la nueva situación, se despereza al sol como si estuviera en una playa de las Seychelles y en cualquier momento le pide a una de las chicas monísimas que lo rodean una caipirinha y unos langostinos con salsa golf.

miércoles, noviembre 19, 2008

viernes, noviembre 14, 2008

Todavía no nació. Qué se creen? Que no les iba a contar?

La fecha inicial era el 26 Lapkricio, pero todo hace suponer que se va a adelantar. Dice que no puede más, que le duele la espalda, que le tironea la panza hacia abajo, que se le hinchan los pies. Efectivamente, en lugar de los piecitos largos y flacos de siempre ahora tiene unos pies redondos como de bebe, con los deditos como machimbrados dentro de la bola que viene a ser el pie propiamente dicho. Eso le duele al caminar, entonces renguea y además camina con las patas abiertas porque le rozan las dos partes de adentro de la parte de arriba de las piernas. A ella siempre le molestó el calor y esas dos últimas semanas de calor infernal con lluvia y electricidad que se acumula en las nubes está desesperada, tirada en la cama bajo el ventilador comiendo pan de queso y ananás de lata.
Tiene pensamientos fatídicos, miedo a que le pase algo al bebe, a que no sea perfectamente normal, a morirse en el parto, a tener un accidente cerebro vascular, una hemorragia, a que se le salgan todas las tripas cuando haga fuerza, a que el bebe se quede trabado para siempre con la cabeza afuera y el resto del cuerpo adentro, a no poder salir nunca más de su casa, a quedarse cuidando el bebe todo el día, todos los días durante diez años. En eso reconozco la influencia fatal de todo lo que me oyó decir desde que era chiquita. Agregale que su cabeza produce las fantasías más múrbidas que uno pueda imaginarse y que las cuenta como si se le hubiera aflojado el frontal y vas a entender por qué la gente se horroriza:

-Por qué no sonríe con cara de buena y acaricia la ropita del bebé como en un aviso de suavizante? Por qué no va a tomar el té con sus amigas y hablan de cunas y de ginecólogos? Por qué no usa vestidos largos con puntillas y camina a contraluz por un trigal?

A todos les molesta que ella diga lo que todos piensan y prefieren no escuchar, pero a mí me gusta porque entonces su almita deja ver todo lo que la asusta y acepta que la consuelen.
Hoy terminé de dar las últimas clases del año (seis horas hablando exclusivamente sobre enfermedades del culo) y me fui a visitarla. Le llevé la lata ritual de ananás en almíbar y nos quedamos viendo cosas por internet, hablando de lo que le da miedo y haciéndole (yo) masajitos suaves en los pies-bola.

Bueno, anoche cambió la luna y seguramente hoy va a haber tormenta. Esas son dos cosas que influyen en los partos, dice la gente que sabe (es decir, los que no son los médicos). Pero también puede ser que tarde dos semanas más.

Lo que me tranquiliza es que a River nunca le fue peor que en esta temporada y seguramente eso es una señal clara de que el bebe puede salvarse de ser una gallina precoz. Hace unos meses el papá aseguraba con énfasis que iba a ser gallina sí o sí, como lo manda la tradición en su familia paterna, pero ahora lo veo menos seguro y hasta lo ví dudar un poco cuando un mozo de una parrilla, amigo suyo fana de Ferro, le dijo que le iba a regalar una camisetita verde para darle la posibilidad de no nacer destinado a la declinación y el fracaso. Nosotros, el lado bostero-materno aportante del 50% de los genes, nos callamos bien callados y rezamos en silencio "aunque sea que sea de Ferro, aunque sea que sea de Ferro" (ya que no podemos ilusionarnos con que sea de Boca), pero no dijimos nada porque no queremos armar un kilombo prenatal de esas dimensiones.

Los tendré al tanto. Cuando nazca, si todo sale bien y no se cumple ninguna de las predicciones nefastas de La Madre Globo, les subo una foto y les cuento algo.

Gracias por estar, gracias por ser, gracias por existir.

martes, noviembre 11, 2008

Cuenta regresiva

Mi hijita A. está inflada como un higo demasiado maduro, a punto de parir. Tiene los pies hinchados como dos pascualinas y pasa casi todo el día con las patas para arriba. El obstetra, bautizado El Anchoa, por su apellido y por su aspecto, dice que en cualquier momento empieza el parto. Estoy renerviosa. Siempre duermo con el celular prendido y al lado de la oreja pero ahora también me lo llevo conmigo cuando me baño y lo pongo en vibrador cuando voy al cine.

Lo que más me inquieta es que me llame justo cuando terminé de pintarme un ojo. Me imagino que salgo corriendo y me olvido de maquillarme el otro y me paso todo el día en el hospital con un ojo pintado y el otro no.

Pasen y vean

martes, noviembre 04, 2008

Me encanta este muertito

domingo, noviembre 02, 2008

Bué, dale con la receta de las berenjenas para Abrujandra.

La cosa es así: hay por lo menos dos versiones de berenjenas en escabeche y defensores de cada una de las dos.
Acá va el método 1. , que es el de Ana M., mi abuela italiana (aclaro porque mi otra abuela, Anna O., la alemana, no tenía ni puta idea de lo que era un escabeche y seguramente tampoco de lo que era una berenjena). Al final describo las diferencias con el método 2.

Las cantidades, como en todas mis recetas, son a ojo.

Berenjenas de cáscara oscura, 1 kilo. Elegirlas más bien chicas. Las grandes están llenas de semillas y se deshacen.
Aceite de oliva, 1/2 litro (eso si tenés guita. Si no, mitad y mitad con aceite de girasol y si no, todo girasol o aceite de colza, qué querés que te diga).
Vinagre de manzana o de vino, 1 litro.
Agua, 1/4 litro.
Sal gruesa, dos manojos
Ajos, 6 dientes.
Hojas de laurel, 5 o 6.
Albahaca seca, orégano seco, tomillo seco, ají molido, en grandes cantidades.

Se lavan y se secan bien las beren enteras.
Se cortan en rodajas transversales de por lo menos un centímetro y medio de grosor (no a lo largo sino a lo ancho, para que queden rueditas).
Se las pone en un colador no metálico o metálico pero no oxidable, como de acero inoxidable, por ejemplo, y se las rocía con la sal gruesa. Se las revuelve un poco para que la sal entre en contacto con todas las rodajas. Se dejan así una hora. Eso las hace segregar un líquido medio marrón que es lo que se lleva la amargura de las berenjenas. Después se sacan del colador, se sacuden para sacarles el exceso de sal y se las aprieta un poco para que terminen de soltar el líquido y la sal. Quedan con un aspecto espantoso, secas, arrugadas y oscuras.

Se pone a hervir el litro de vinagre con el cuarto litro de agua, 2 hojas de laurel y 3 dientes de ajo enteros y pelados. En cuanto levanta el hervor se van poniendo las rodajas de berenjenas ordenaditas para que se vayan planchando y se las acomoda un poco para que todas entren en contacto con el vinagre. Se las deja hervir a fuego suave exactamente 5 minutos y se las saca. Se dejan enfriar acostadas en el colador para que larguen el exceso de vinagre. Se las puede aplastar un poquito con una cuchara de madera. Las hojas de laurel hervidas se tiran. Los dientes de ajo no.

Aparte se mezcla el aceite de oliva con los 3 dientes de ajo restantes bien picados y se le agregan las especias secas (cantidades a gusto, pero tiene que tener bastante consistencia como para agarrarlo con cuchara sopera y que no sea demasiado líquido).

Si uno quiere conservarlo en frascos de vidrio, tiene que tenerlos preparados así: muy bien lavados y enjuagados, empapados después en alcohol fino y secados otra vez. Si los vas a poner en la heladera, una fuente profunda y listo.

En el fondo de la fuente o de los frascos se pone un poco de la mezcla de especias con aceite y se van poniendo encima capas de berenjenas, separando cada capa con una cucharada o dos de la mezcla para que se impregnen bien todas. Los dientes de ajo que fueron hervidos con las berenjenas se intercalan con las rodajas o se ponen contra el vidrio del frasco para que se vean (quedan bonitos) y lo mismo se hace con las hojas de laurel no hervidas. Hay que ir moviendo despacito las beren para que no queden burbujas de aire entre ellas.
Al final se termina de cubrir todo con lo que queda de mezcla de aceite.

Conviene guardarlo en la heladera para que dure más. Se ponen más ricas después de 24 horas de preparadas. Yo me las morfo con pan y manteca, chorreando aceite hasta el codo y me muero de placer.

Ojito: es importante usar las especias y todo lo demás seco (menos el ajo) porque si queda humedad aparecen mohos y hongos. El ajo, aunque está crudo, impide que se formen esas cosas, asi que puede ir crudo. También es importante que todo lo fresco haya estado bien hervido para que no te agarre el botulismo, que es una cagada total.

(apéndice médico: el botulismo es producido por una bacteria muy wacha que vive donde no hay oxígeno y que es bastante frecuente en la tierra. Si uno hace estas conservas sin lavar y sin hervir bien los vegetales, puede quedarles un sólo Clostridium botulinicum, que así se llama la bacteria, que al permanecer en un medio sin oxígeno, como es una conserva cubierta con aceite, se reproduce y cuando te la comés cagaste). Por eso los cuidados de hervir todo bien y no usar ingredientes frescos.

La versión 2. es diferente en todo esto o en alguno de estos puntos:

Se usan berenjenas de cáscara blanca.
Las rodajas se cortan a lo largo, como suelitas.
Se hierven en vinagre blanco (de alcohol).
El vinagre se usa puro, sin diluír.

Parece igual pero es muy diferente. Por lo pronto, el aspecto. A mí me impresionan porque quedan como rodajas de cucarachas albinas. Son pálidas, fantasmales, anémicas.
Como tienen mucha superficie de interior lleno de semillas se deshacen más y eso me parece antipático.
El vinagre puro las hace muy fuertes y me eriza.
Así se preparan las que uno compra en las rotiserías.
A mí me gustan las de mi agüela Ana.
Ustedes hagan lo que quieran.

sábado, noviembre 01, 2008

Historias de mujeres infieles

antologia.jpg

Cecilia Pavón (Teoría posmarxista de la infelicidad),

Magalí Etchebarne (Furia contra la máquina),

Sara Gallardo (Un secreto, Némesis y Palermo),

Romina Paula (Si llegás a faltar un verano),

Amalia Jamilis (Los veranos falsos),

Rosario Beltrán Núñez (El regalo de Caraí),

Mónica Müller (Observaciones científicas sobre cuatro modelos de infidelidad en la hembra humana),

Adriana Battu (Cero culpa),

Florencia Monfort (French 2208),

Silvina Bullrich (El tercero en discordia),

Ana María Shua (La caída),

Hebe Uhart (¿Cuándo vuelvo?),

Carolina Aguirre (Cuestión de fe),

Silvina Ocampo (La casa de azúcar).