sábado, mayo 18, 2019

No llores por mí, argentine

Mi amiga me dice: -No te preocupes porque la verdad es que estoy viviendo muy feliz. Durante los tres primeros meses los hombres me daban impresión. Me parecía horrible que tuvieran tantos pelos, un tórax tan ancho, unas patas bestiales, sus narizotas y sus bíceps hipertrofiados, y saber que bajo sus bóxers y sus slips  había esa cosa agazapada siempre ansiosa por meterse en algún lugar. Después empecé a ver a mis amigas y a mis amigos, los que había dejado de ver durante tantos años, y los hombres volvieron a parecerme simpáticos y en algunos casos, atractivos de nuevo. Hasta volví a creerles cuando dicen cosas lindas y me tratan suavemente. Fui al cine, al teatro, a comer a lugares nuevos, a navegar, a presentaciones de libros y a muestras de arte, al campo, al mar, a tomar sol a la plaza y a performances absurdas. Volví a reírme mucho, casi hasta hacerme pis, volví a bailar, a besar y a abrazar, tanto tanto que me siento como los terneros cuando los dejan salir del feed lot y al sentirse libres corren durante horas como poseídos gozando del sol y del espacio que les parece infinito.
Después de todo eso, hoy estoy en casa sola mirando el maravilloso cielo barroco flotando sobre la maravillosa Buenos Aires y dibujo toda la tarde escuchando óperas italianas para entristecerme un poco. Descanso un rato del dibujo armando broches para mi ropa con hebillas antiguas que encontré en Ada B. y collares con cuentas de viejas biyutas  desarmadas. A la mañana fui al remate de Verga, donde encontré -después de seis meses de búsqueda minuciosa y paciente- una chaise longue de Le Corbusier, una verdadera de cuero negro usadita pero en buen estado, por la quinta parte del precio normal. Al mediodía terminé de preparar tres botellas de Aquavit con el extracto de semillas y vodka que tenía macerando desde dos semanas. Asi que esta noche no voy a salir, un poco porque odio salir los sábados y otro poco para descansar de la alegría. Necesito estar triste de vez en cuando y para eso necesito estar sola. Pero ya compré el material para hacer un locro para el 25, proximo día de fiesta con amigues.

7 comentarios:

Abrujandra dijo...

¡Qué felicidad tu esa felicidad!

yaguarnina dijo...

una felicidad auténtica como tu chaise longue de Le Corbusier.

Obelix dijo...

locroooo

cronista sentimental dijo...

preciosos los broches-hebillas. y me contagié un poco de esa alegría, eh. besos!

Unknown dijo...

aquí estoy por primera vez. he leído lo que vas contando de tu amiga. qué lindo que tu amiga te tenga de amiga y pueda ir lamiendo su herida junto a tus tan amorosas palabras

luzpearson dijo...

Sos la más en todo. Y te quiero. Vine a visitarte al blog. Eso de salir a la vida es muy fuerte, espero con manos abiertas los libros que escribirás doc.

Anónimo dijo...

Estoy impactada. Creo que lloro.