domingo, julio 20, 2008

Me olvidé de algunos regalos



Cómo pude olvidarme?


1. Una taza con un dibujo divino de una princesita y su cacharrito para apoyar el saquito de té.
2. Una lapicera a juego, con estrellitas.
3. El increíble, gigantesco diccionario francés Petit Robert que deseé durante muchos años.
4. Una alcancía verdaderamente monstruosa. Es un chancho con cara de degenerado en una cabina telefónica apoyada sobre una pila de monedas doradas. Tiene unos textos en cirílico, por lo que presumo que además de ser horrenda es rusa.

3 comentarios:

cronista sentimental dijo...

amo el paradójico petit robert y, de hecho, es el único diccionario en formato libro que todavía uso (claro que no tengo el corominas...) pero no el único que atesoro.

myrna minkoff dijo...

Sí, siempre me pregunto si existe un Grand Robert. Cómo sería? Debe pesar como 200 kilos.

Víctor Vígor dijo...

Lo de los rusos lo tomo como un piropo.