En esta época aparecen todas las razas. Compro algunos en el super y otros en la verdulería de los peruanos. Los junto, los apilo, los separo, los desparramo por toda la casa y cuando paso los miro y los acaricio. No hacen ruido, no ladran, no exigen amor, no cagan y no hay que sacarlos a pasear. En algún momento del invierno se van poniendo viejos y pálidos. Entonces los sacrifico y hago una carbonada con la receta que me dio hace mil años mi amigo D.M.L.
2 comentarios:
Qué buena idea ememe la de ponerlos de adorno antes de sacrificarlos.
Hiciste o tenes una buena receta de zapallos en almíbar? eso, junto con los membrillos son mi perdición.
ememe yo me compré un pukimon y un carnival x san telmo
si, son nombres de zapallos, lo juro
me da mucha pena cocinarlos
Publicar un comentario