miércoles, febrero 15, 2006

ALONSO 7

Hoy encontré en un lugar inhabitual una hermosa caca dorada. -Sorpresa, sorpresa!
Todas las historias sobre gallinas prodigiosas volvieron a mi cabeza. Pensé que nos volveríamos ricos con La Iguana de la Caca de Oro y le participé la novedad a toda mi familia. Hicimos planes para realizar todos nuestros sueños. Alguno pensó en viajar a Oriente, otra en comprarse un departamento sin goteras, otro en vivir sin trabajar cultivando plantas sagradas. Yo imaginé una vida de ocio, escribiendo y
pintando, sin preocupaciones económicas.
Hasta que pasando frente a mi precioso cuadro de Silvia Gurfein llamado El Libro de las Excepciones, quedé petrificada: sobre el fondo dorado había tres marcas inconfundibles: la V de la victoria que Alonso deja en todo lo que muerde. Se había trepado a la pared, seguramente agarrado del títere que cuelga al lado del cuadro, y le había clavado el diente a la tela repetidas veces.
Recordé una historia que me contaron en los 70, protagonizada por dos amigos míos, gays muy divertidos que vivían en Amsterdam y hacían fiestas en las que reinaban el descontrol, las hermosas drogas de entonces, las plumas y las paillettes.
Durante los días su
bsiguientes el perro de la casa cagaba unas maravillas multicolores cubiertas de brillos y lentejuelas. Parece que mientras sus dueños dormían la mona de la post fiesta el perro, aburrido, iba lambeteando del piso las chafalonías que habían ido perdiendo los invitados en el frenesí de la noche.
Ahora debo llamar a Silvia Gurfein y pedirle que repare el daño. Va a ser algo difícil de explicar.

3 comentarios:

la enmascarada dijo...

es una iguana muy artística, la suya. Notese hasta dónde fué capaz de llegar por el arte.

Tricula dijo...

Alonso es el uno, el tipo sabe lo que hace...

Anónimo dijo...

no sé que sentir...creo que honrada...
es que cuando veo una pintura que me gusta muuucho, siempre tengo deseos de comérmela y es lo que hago simbólicamente.
parece que alonso no maneja el lenguaje simbólico, pero quiere dejar su huella. y como todo artista es un verdadero alquimista.
silvia gurfein