Estuve dos semanas en Italia. Cuando terminé de llegar, es decir, cuatro días después de haber llegado, quise escribir un post y había olvidado todo: nombre, contraseña, quién era y dónde estaba.
Parece que las cinco horas de diferencia horaria y las ingentes cantidades de grana y de vino de Montepulciano que ingerí en los parques romanos me pegaron justo en las neuronas encargadas de esos datos.
Antes de relatar algunas interesantes experiencias itálicas debo informarles dos hechos muy importantes para que se ubiquen:
1. Allá, en el otro hemisferio, el efecto Coriolis se invierte. Es decir que el agua se va por los desagües haciendo un remolino en sentido inverso al que hace cuando se va de las bañaderas de acá.
2. Allá, la luna cuando está creciente no forma una C sino una C invertida.
Esos dos hechos me tuvieron trastornada durante los primeros días. Después me fui recuperando pero antes tuve varios sueños espantosos relacionados con esa inversión del giro de la Tierra.
Recordé que cuando era chica me agarraban ataques de terror imaginando que estábamos pegados a la superficie de la Tierra flotando en el espacio, sólo mantenidos en nuestro sitio por la fuerza de gravedad.
3 comentarios:
Eso de estar colgando en el espacio es una cosa tremenda.
En algunos lugares del mundo, por ejemplo en Rusia, no sólo el agua corre al revés sino que los días duran varios días (a pesar de la contradicción lógica) y la gente va al cine y a recitales en pleno día.
Jaa, a mi me encantaba tirar la sisterna y ver como se iba el agua en el otro sentido... ya sé, me divierto MUY barato - envidiosos!
A mí esos dos hechos norhemisféricos, me encanta comprobarlos cuando tengo la suerte de volver, como así también observar que el sol en su trayecto celeste, se recuesta sobre el sur y no sobre el norte, a diferencia de acá. Por eso es más difícil ubicarse porque pareciera que el oeste y el este estuvieran invertidos.
Besos,
Annie
(viajá más seguido que es como si nos llevaras con vos)
PS2: recién descubre estos relatos de Italia que no sé de cuándo serán.
Annie
Publicar un comentario