sábado, marzo 29, 2008
Liberté, Egalité, Fraternité
No se qué relación tiene con lo anterior pero alguna debe tener porque me reapareció en la cabeza uno de estos días viendo y oyendo cacerolear a mis vecinos. Eran las 8 y media de la noche. Volvía de la Biblioteca caminando por Pueyrredón y veía las caras enardecidas de la gente gritando con odio contra Cristina y manifestando su amor nacional y popular por el campo. Notaba algo raro y de repente me di cuenta: todas las cacerolas eran paquetísimas! Había unas regias Tramontinas de acero inoxidable y unas sartenes que ya hubiera querido tener yo para hacer mis manjares. Una pareja re fashion golpeteaba un wok con un palito largo de esos de hacer chop suey, redivertíos, bolúo. En un umbral vi a un tipo medio tímido con una sartén de teflón divina, como recién comprada. En la otra mano tenía un batidor de alambre y estaba a punto de darle a la sartén. No me pude contener: paré y le dije "no seas tonto, la vas a arruinar ! No ves que es de teflón?" Se ve que no sabía que al teflón lo hacés percha si le das con metal. Me miró, vaciló un poco y me dijo "gracias, gracias, es cierto", y sonrió bobaliconamente. Ta bien que seamos revolucionarios pero tampoco es cuestión de hacer mierda la vajilla, loco.
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