domingo, abril 27, 2008

Desde que volví de España todo me sale mal

En Madrid viví en la Residencia Estudiantil, que es un lugar histórico por varias razones. Ahí se alojaron muchos intelectuales y artistas desde la década del 20. Juan Ramón Jiménez plantó unos laureles blancos de olor maravillosos que siguen floreciendo en los canteros. Además hay romeros, lavandas y otras hierbas que largan un olor delicioso cuando vas caminando hacia (o desde) la salida. Los edificios son austeros y elegantes y la decoración y los muebles tienen un aire muy sueco, de un diseño perfecto.
En la Residencia fue donde se conocieron Dalí , Buñuel y García Lorca. En una de las habitaciones García Lorca, que estaba muerto por Dalí, trató de colocársela y Dalí gritaba como un despellejado, la muy histérica.
La Residencia es un lugar perfecto para garchar con García Lorca, sobre todo en primavera, pero Dalí se lo perdió. Ese flaco siempre me cayó mal.
Bueno, hasta ahí estuvo todo masomeno. En el vuelo de vuelta no dormí ni un minuto y ví tres largometrajes sin audio, que es como me gusta ver cine en los aviones. Lo de los auriculares precarios me deprime, las azafatas de Iberia hacen mucho ruido como si lavaran los platos de una taberna gallega aunque toda la vajilla es de plástico y se supone que deberían tirarla en silencio absoluto y además ver pelis sin sonido me encanta y eso sólo se puede hacer en los aviones. Así que sin oír los diálogos ví una que no me acuerdo, otra de un nene que hereda de los padres el don de la música y al fin se reencuentra con ellos que me hizo llorar cuando el nene está solo en la calle pero no cuando triunfa y es un repelente con gomina y trajecito mersa, y otra con un actor morochón hiper conocido requetebuenmozo que me gusta mucho pero que no me acuerdo el nombre, con Tilda Swinton que hace de mala. Como venía en ese estado de semilocura propio del jetset, con una desviación de cinco horas de mi ritmo circadiano, sin comer, pidiendo una botellita de vino tinto cada vez que pasaba el carrito, me pareció que quería ser como Tilda Swinton y decidí afeitarme las cejas en cuanto llegara a casa. Después me pareció que afeitármelas era demasiado radical, entonces esa misma noche me las aclaré con agua oxigenada de 30 volúmenes y polvo decolorante. Me llamaron y me distraje hablando por teléfono media hora. Cuando finalmente me lavé la cara tenía las cejas de un color amarillo Van Gogh fluorescente. Parecía un gusano tropical raro de esos que aparecen en National Geographic, esos que aparecen debajo de las hojas y uno no puede creer que existan. No se cuánto tiempo pueden tardar en crecerme cejas nuevas, pero por ahora soy impresentable, un ser diabólico, reptiliano, con mirada inexpresiva de marciano.
Hoy decidí hacer dulce de membrillo con el líquido remanente de los membrillos al natural que hice antes de irme. Lo herví durante horas, le agregué azúcar, después le puse gelatina sin sabor, lo licué, lo batí, lo puse en moldes y cuando vi que no fraguaba lo saqué de los moldes y lo volví a hervir y durante ese operativo me quemé dos veces las muñecas. El dulce quedó como un chicle gigante color negro con un peso específico que supera en tres veces al del mercurio y yo tengo los brazos como un domador de felinos, arañados, ampollados y enrojecidos hasta un punto que provoca alarma en los que me ven.
Mientras cometía todos esos desmanes me puse a arreglar las plantas del balcón. Podé todo demasiado porque vino mi amá de visita y su presencia me saca y me da ganas de recortar y de arrancar todo lo que crece sobre la superficie de la tierra y me clavé varias ramitas bajo las uñas.
Ahora tengo que levantarme antes de que salga el sol y pintarme las cejas para que la gente no se asuste y me veo a la madrugada como un viejo puto en camisón, con las manos destrozadas y laceradas y no puedo desmoldar el bloque de silicona negra que alguna vez fue un jugo de membrillos inofensivo y plácido.
Espero que mañana todo entre en el orden natural que tan bien funcionaba antes de irme a España. En el mapita de la pantalla del avión ví que no sólo había cambiado de hemisferio sino también de lo que no se cómo se llama, de oeste a este, de una manera demasiado radical, que me dejó descompensada tal vez para siempre. Mis cejas fluorescentes me hacen temer lo peor de ahora en adelante.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace poco me dijeron que si mi vida, o algún episodio de ella, fuera llevada al cine, Tilda Swinton sería la actriz perfecta para representarme. No sé bien qué pensar.
Lina.

Anónimo dijo...

Hace cinco días que ando perdiéndome y haciendo paradas en terrazas para afinar la brújula con cañas y montaditos.
Qué pena no haberte encontrado.
Esas cejas oxigenadas son de verdadero estilo siniestro.

Cosima dijo...

En vez de leer todos los diarios a primera hora de la mañana, y luego leer los blogs en orden, voy a empezar por leer el tuyo que nuevamente me alegra las mañanas!

A las cejas quizá te las puedas teñir de nuevo con esa que supuestamente es mas benevola tipo color tách.

Suerrrrrte

Yo anoche soñé con cadáveres.

Anónimo dijo...

134.159 windows XP Mozilla Firefox2.x.
YO :CON NAUFRAGIOS/PATERAS/PIRATAS

myrna minkoff dijo...

Dale, 134.159 windows XP Mozilla Firefox2.x, decí qué hacés ahí flotando frente a África todo el tiempo.
Sos un guardacostas? Un marinerito? Un tiburón?

Cosima dijo...

Eso, que se identifique Mozilla

EmmaPeel dijo...

Paréntesis: qué sexy le quedan a jácher los montaditos!

Anónimo dijo...

Cuando empezaba a atardecer nos sentábamos a la sombra de los altos carolinos de la casa de doña Elvira a escuchar sus historias fabulosas y repetidas y a observar los pájaros que se esponjaban las plumas como quien se prepara la cama para pasar la noche.

Alicia dijo...

George Clooney, se llama, el morochón que está fuerte. Pobre Lina: pensar en encontrarme a Tilda después de las seis de la tarde me da mucho mucho miedo.
besos,
A.

Anónimo dijo...

Una foto de las cejas solitas, please
kura

a dijo...

cariños
a

borre
habia puesssssto una barbaridattttt
y para que a mi me parezca barbaridat
era barbaridat
igual me tiento
va:
ememe por que no..
mejor no
cariños
a

Anónimo dijo...

Tu blog salió en Crítica!

j.

Anónimo dijo...

todo te sale mal?, seguro que si niñez fue en los 50 fuiste a las Academias Pit.por que sos una triunfadora.

Anónimo dijo...

http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=3611

en el diario hablaron de tu blog

a dijo...

el final es un homenaje al viejo estilo siniestro
me alegra
volve siniestra
cariños
a

Anónimo dijo...

cejas fluorecentes amores candecentes.

hugo solo dijo...

Habeis visto una pelicula de tilda swinton y fairuza bulk en donde la tilda le pide al novio que le afeite los pelos del coño en la oficina una maravilla si alguien lo sabe que me lo diga para bajarla la he buscado en el imdb pero no doy con ella.

Anónimo dijo...

Podrian especificar en que dia aparcio el blog en el cdiario critica, gracias
Raku

Anónimo dijo...

ememe no le hace publicidad a la competencia.

myrna minkoff dijo...

apareció ayer, que creo que era martes 29 de abril

Anónimo dijo...

En relación al autoerotismo puede decirse que se está refiriendo a que la pulsión en un primer momento no se dirige a otras personas, se satisface en su propio cuerpo. El autoerotismo debe ser relacionado con la tesis fundamental en Tres ensayos de teoría sexual , que es la contingencia del objeto sexual. Es que al señalar que en la sexualidad infantil se puede obtener satisfacción sin recurrir a un objeto exterior al sujeto, está indicando que no existe ningún camino preformado que guíe a éste hacia un objeto determinado.

Anónimo dijo...

Moni ( perdón ya se que no te gusta) pero para mí sos la Moni, mi vecina que me encuentro en el coto, Moni la mamurra de la anucha, Moni y las comiditas, la heladera con cositas, la mujer del señor con el babero, la señora por la que mi ex suspiraba en los conciertos de Iaies, y años más tarde fue la jefa de la borba, y después conocí mucho después ( esa anécdota, la de mi chico que te miraba con deseo me gusta más que ninguna). Ahora tu nena y su chico me dejaron hace un rato acá y yo en casita, me sentía algo sola sin chico esta noche para churrasquear como diría Anita, y te busco y me encuentro con que estuviste en la residencia en que yo viví 2 meses. Por favor decime el cuarto a ver si estabas en el de algún compañero o en el mío. Espero respuesta. Yo estaba en el 134, número que se me quedó colgado al cuello, o tatuado en el culo como sucede con los caballos cuando los numeran, ya parte de mí.

myrna minkoff dijo...

yo estuve en el 201. En cuál habrán estado García Lorca y Dalí? Por cuáles de esos pasillos habrán correteado con Buñuel?
No es un lugar precioso?
Yo hubiera querido quedarme allí seis meses leyendo y escribiendo, nada más.

Anónimo dijo...

Tu fotito, estás igual Ememe, ya era así de hermosa como ahora, ya tenías los hombritos de galgo, las cejas perfectas.

myrna minkoff dijo...

oíme, loco, lolita,
no tengo las cejas perfectas. Tengo dos matorrales de color naranja fosforescente que dan luz a la noche y no piensan adquirir nunca más aspecto de cejas terráqueas.
Me cago en Tilda Swinton.

hugo solo dijo...

Eso por copiona la tilda es la tilda y antes lo fue la tigresa de cremona y antes la mona.