sábado, diciembre 15, 2007


La presentación del libro estuvo buenísima. El Nacional es precioso: un cubículo pintado de bordeaux con luces que no molestan, tranquilo y limpio, una especie de teatro antiguo en miniatura. Yo llevé un montón de muñecos de cotillón lesionados para que los invitados se los llevaran como souvenir. Les corté patitas y gañotes con un cuchillo caliente. Había gallinas, caballos, conejos, bebitos, aviones, astronautas, todos mutilados. Quise hacer una metáfora pero no se si se entendió. L., el dueño, y Obelix me sirvieron un güiscacho, el que no tomé en casa para no asumir que soy una choborra. Los otros tomaban vino. La música era buenísima, música de viejarros elegantes como yo. Me saludaban amigas y amigos, me pedían que les firmara libros, me abrazaban. Yo me sentía como una novia, como deben sentirse las novias cuando saludan en el atrio. Mis tres hijitos circulaban, lindos y graciosos. Y generosos porque no me odian, aunque deberían porque soy una madre hinchapelotas. Son como un caballito, un bambi y una hormiga atómica. La novia del caballito no estaba porque estaba en el campo. Los novios de las dos nenas estaban. A uno lo conozco y lo quiero mucho, es mi tanito consentido. Al otro lo conocí ese día. Estaba con sus hijos. Eso me gustó, que tuviera hijos y que los llevara a una cosa así. Los dos juntaban muñecos y se los llevaban para curarlos en la casa. Ellos sí entendieron la metáfora. Mi chico lucía elegantísimo y cool como Humphrey Bogart. Me miraba apoyado en la barra y su mirada me hacía sentir segura y tranquila. Desde el escenario veía a gente que quiero. En un sector se agruparon los que nos hicimos amigos en este block. Los miraba y me daba cuenta de que nos queremos mucho. Por suerte había escrito algo para no divagar y no me olvidé de decir que somos como una combinación química imposible, impresentable, inesperada, que sólo puede suceder en el mundo paralelo de los blocks. En la foto estoy agitando la manito como haciendo una admonición. Debo estar diciendo algo trascendente pero no me acuerdo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

hola ememe.
te cuento que los nenes ese dia fundaron una pequeña clínica veterinaria en el mueblecito de su cuarto,en la que se dedicaron a vendar y ponerle algodones a los muñes mutilados.
Nos hubiera gustado quedarnos pero los niños tienen otro tempo y yo cuando estoy con ellos soy de ellos.
Un beso y supongo que con todas estas postales "familiares" se acabó la saga del novio o no novio de B2.
pd:B2' tuvo una crisis,estoy diseñando una estrategia para neutralizarla.

ilsebe dijo...

Hola ememe:
estuve saboreando los cuentos. Trataba de no zampármelos todos juntos y así disfrutarlos uno a uno, pero me pasó lo mismo que cuando tengo una caja de bombones deliciosos: tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no seguir morfando... La ventaja que hay con los cuentos, es que los podés leer de nuevo y disfrutarlos otra vez, cosa que con los bombones sería una asquerosidad innombrable.
Creo que todos tus fans estarán de acuerdo con el reclamo QUEREMOS MÁS!!!!

myrna minkoff dijo...

querida ilsebe,

pensaba que te iban a gustar. Cómo me alegra.
La diferencia con los bombones es que no quedan secuelas.
Estoy escribiendo a mil, asi que espero tener algo bueno dentro de uno o dos años.

myrna minkoff dijo...

f2,
me entristece que los nenes deben haberse puesto tristes. Cuando yo era chica, esa experiencia podía dejarme liquidada por cuatro años. Espero que los tuyos sean más fuertes. Al chiquito no lo ví bien, pero ella es una belleza increíble.

Au drey dijo...

Vos estabas tan bella con esa iluminación, con los ojos brillantes, y movías las manos con una elegancia inimitable.

Fulana dijo...

merde... me la perdí!

Muppets de Balcón dijo...

Me hubiera gustado ir a la presentación. ¿Dónde fue? ¿Dónde se vende el libro?

Besos