Once de la noche, caminando por la calle.
En sentido contrario avanza un gordito transpirado de unos 40 años, con expresión ansiosa. Lleva un maletín negro apretado bajo el brazo. Nos encara:
-Jefe, Doña... ¿no le interesa una noubuk?
Se la había afanado recién. Quería reducirla enseguida. Era un espontáneo con poca calle o un debutante del choreo con mal futuro.
Era imposible que alguien se la comprara sin verla, sin probarla.
Pensé en el dueño, que estaría desesperado. Tendría back up o habría perdido toda la información, además de la compu?
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