lunes, enero 16, 2006

ALONSO 3


A veces se porta mal. Tira la comida desde lo alto y desaparrama zapallitos y damascos demasiado maduros sobre el piso en un radio de dos metros. O se esconde entre mis preciosas blusas tan frágiles que se rompen de nada y engancha sus 20 uñas de aguja en los encajes. Entonces me enojo con él. Agito un dedo índice frente a su narizota verde y le digo "Osca matosca, narice de mosca!", que es una antigua reconvención que aprendí de mi abuela italiana.
Otras veces me paro frente a él, abro mi libro de recetas regionales mexicanas y simplemente le leo la receta de Cocido de Iguana Oaxaqueño, sin agregar ningún otro comentario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me destartale de la risa!!

mily