Me gusta el box y me gustan las pelis de boxeadores.
Anoche alquilé Cinderella Man, nomenclada aquí por el degenerado que rebautiza las pelis como El Luchador.
El DVD se trababa todo el tiempo y no pude verla. Hoy la llevé a Blockbastard a las 11 en punto, hora en que abren el local, para pedir un ejemplar válido. Llovía a cántaros, cosa que no está mal salvo que tengas que estar parada 10 minutos a la intemperie. Afuera estaba el camión blindado y en la cabina un chofer que se apretaba granitos de los codos. Adentro había dos monos con chaleco antibalas metiendo plata en uno de esos sobres con candado. Toqué el timbre. Los monos me hicieron señas de que esperara. Un tercer mono externo me dijo de mal modo -Perá die minuto que están recaudando. No fueron 10 sino 8, pero empapándome bajo la lluvia maldije sus rituales paranoicos y su prepotencia, sus fierros y su mala onda. Una vez adentro, mientras la empleada ponía una y otra vez el DVD para dilucidar si era cierto que se trababa o si yo era una lunática molestosa, el mono externo, mirando la lluvia apoyado displicentemente en el mostrador, me dijo -Día loco, no?
3 comentarios:
Ememe,
A mí también me gusta el box. Viste el otro día la pelea de Baldomir? Estuvo buena.
Atte.
Obelix, que bueno que te gusta el box!
A mí me gusta desde chiquita, aunque sé que es políticamente muuuy incorrecto.
Claro que ví la pelea de Baldomir!
Yami y Caro,
gracias por la visita, chicas!
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