lunes, agosto 28, 2006

Head



Llego tarde. Cuando me fui dejé a Alonso encerrado en su cuarto con comida fresca, agua limpia y buena temperatura. Está malcriado y cree que toda la casa es su territorio, así que rasqueteó la puerta en señal de protesta un largo rato. Desde afuera le expliqué que tenía que salir y que era peligroso dejarlo suelto porque se tira las bibliotecas encima. Me apena dejarlo encerrado pero enseguida recapacito y recuerdo que es la única iguana en el mundo que tiene una habitación toda para él. Las iguanas convencionales viven en un terrario, en una jaula, en una caja, jamás en la habitación de un hijo adolescente salvo que su dueña sea una norteamericana desequilibrada, lo cual es bastante frecuente, pero no en Buenos Aires.

Cuando volví abrí despacito la puerta y creí que me moría de ternura. Estaba dormido sobre mis zapatos, desparramado y relajado como un panqueque verde, con la expresión más melancólica del mundo. Abrió los ojos con esfuerzo, le hice upa, lo acaricié, bailé un poquito con él como hago siempre y lo deposité en el sillón que es su lugar preferido. Allí se quedó, medio dormido de a ratos, mirándome mientras contestaba mi correo.

Puse a Rod Stewart cantando You go to my Head y como narcotizado, trabajosamente, fue despacito hasta mis pies y se fue trepando hasta mis piernas, donde se acomodó y se quedó dormido con cara de placer.

Creo que le gusta ese tema y no es raro porque mi cabeza es su lugar favorito para pasear y observar el mundo.

A mí también me pierde ese tema pero por otras razones. La primera es que explica sabiamente algunas cosas inexplicables:

You go to my head and you linger like a haunting refrain

And I find you spinning around in my brain

Like the bubbles in a glass of champagne (...)

You intoxicate my soul with your eyes

Though Im certain that this heart of mine

Hasnt a ghost of chance in this crazy romance (...)

You go to my head with a smile that makes my temperature rise.

Y la segunda es que siento con Rod Stewart una gran familiaridad desde que mi marido #3 (según la nomenclatura M.3, padre de B.3) me declaró su pasión diciéndome que se había enamorado de mí porque le hacía acordar a él (a Rod Stewart). Es verdad que en esa época tenía el pelo corto y medio parado como él, pero había que ser un verdadero degenerado para vernos parecidos y un super degenerado para enamorarse de mí por eso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

It's only 10%, nevertheless the code still works

Here is my blog; green smoke

Anónimo dijo...

Can I sіmply just say what a cοmfοrt to
fіnԁ an inԁіvіdual ωho actuаllу understands
what they're talking about on the internet. You definitely understand how to bring an issue to light and make it important. A lot more people ought to look at this and understand this side of the story. I can't belіevе
you're not more popular because you definitely have the gift.

Also visit my web-site www.Sfgate.com

Anónimo dijo...

Hi, yup this pieсe of writing іs truly fаstіdіous and I haѵе leаrnеd lot of thingѕ from іt concerning
blοgging. thanks.

Feel free to surf to my web blog ... www.sfgate.com