A veces cuando llueve y al atardecer deja de llover todo se pone amarillo y da un poco de cuicui.
Todos miran el cielo, señalan hacia el norte y hacia el este y dicen
-Uy, mirá ese pedazo de cielo violeta!
-Qué bestia esa nube negra que pasa por allá!
-Mmmmm... qué luz rara! La planta de orquídeas no se entera de nada. Reina como una reina de día y de noche y es ella misma siempre aunque le llueva encima, aunque el sol salga y se ponga como un tonto todos los días y aunque el viento la sople como un loco tratando de hacerle perder la calma.
1 comentario:
qué lindo esto, ememe!
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