sábado, noviembre 10, 2007



A veces cuando llueve y al atardecer deja de llover todo se pone amarillo y da un poco de cuicui.
Todos miran el cielo, señalan hacia el norte y hacia el este y dicen


-Uy, mirá ese pedazo de cielo violeta!

-Qué bestia esa nube negra que pasa por allá!

-Mmmmm... qué luz rara!


La planta de orquídeas no se entera de nada. Reina como una reina de día y de noche y es ella misma siempre aunque le llueva encima, aunque el sol salga y se ponga como un tonto todos los días y aunque el viento la sople como un loco tratando de hacerle perder la calma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué lindo esto, ememe!