jueves, febrero 21, 2008

La viejita transparente





¡Qué increíble pequeñez! No medía más de un metro cuarenta, tal vez uno treinta y ocho, dobladita como estaba, y calculé que pesaba bastante menos de cuarenta kilos. Estaba toda revestida de una piel rosa traslúcida, que permitía ver en detalle su sistema circulatorio periférico como en una lámina del Testut. Casi no tenía pelo: tres hebritas blancas transparentes sobre la cabeza, que se le paraban con el aire. Cuando apareció en el barrio todos nos quedamos patitiesos. Vino de la nada, como todos los pájaros que no tienen nido. Una mañana estaba parada al costado de la puerta de la confitería pidiendo monedas con una sonrisa. No se podía creer que aguantara ahí más de quince minutos. Se ve que otros pensaron lo mismo, porque media hora después, cuando fui a llevarle un banco, ya estaba sentada muy oronda en una silla plegadiza de lona a rayas con un vaso de plástico lleno de monedas sobre la falda, sonriendo hacia arriba a cada cara que pasaba.

Buen lugar la puerta de la panadería. Estrategia pura: todos los que salían le daban una medialuna, una empanada, una porción de torta de manzana. Ella agradecía como una señorita de las de antes y se morfaba todo con un tenedor de plástico.

Un día pasé con mi amigo Martín y él le dijo amablemente:

-Qué lindos ojos tiene, señora!

-Ay, ¿le parece? ¡Muchas gracias! -y le sonrió con un gesto increíblemente coqueto, ordenándose la pelusa blanca de la cabeza con los dedos y estirándose el delantal de cocina celeste sobre las rodillas. Con las garritas sosteniendo el vaso lleno de monedas, era una señora de lo más seductora que se vio en el barrio.

Hace unos días me di cuenta: hace varios meses que no la veo.

¿Pregunto en la panadería? Mejor no.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Me hiciste acordar de Margui, la abuela de mi marido, era asi chiquitita y muy flaquita, parecia que se rompia cuando se sentaba,era muy muy coqueta,desvariaba a mas no poder, se olvidaba de todo ,pero nunca la ibas a ver desprolija o sin maquillaje,tenia los ojos mas lindos que vi en mi vida, de un color agua marina intenso,hermosos.
Tenia modales de princesa y a las chicas de la flia nos daba indicaciones de como se debia comportar una señorita.
Me encantan las pinturas.
Que bueno que volviste!
Gaby.

Au drey dijo...

¿Donde queda esa panaderia?
Me encanto la señora pajarito.

lou dijo...

Es la señora de la panadería de Pueyrredón y French (o una de esas)?

Ella siempre me preguntaba la hora.

Anónimo dijo...

preguntaba
ya no pregunta mas
esta donde el tiempo no corre
donde no llegan boletas de gas
donde no hay castristas
ni anti semitas
ni semitas
ni no semitas
ni semilla
ni sin semilla
la vieja pajarito
o en ingles:
transparent old lady
ya no mangueara desayunos
simplemente
por que ya
no esta mas
en este valle de tinieblas
en esta sordida realidad
en esta compungida tragedia
en esta locura diaria
en esta opera diabolica
en este tsunami emocional
en este rompecabezas parkinsoniano
en este zoologico infecto
en esta pecera contaminada
en esta gran botnia humana
que se llama
la tierra
ella volo
a otro lado
confieso
que la ayude
Cariños
Car

fersebal dijo...

Opto por la ignorancia.

myrna minkoff dijo...

Car,

reconozco tu maravilloso estilo. Si no fuera por eso hubiera creído nomás que la ayudaste.

meki y lou,

es la mini señora que se sentaba al lado de la puerta de Quebec, en Pueyrredón entre Juncal y Beruti.
Sí, preguntaba la hora y si te quedabas un segundo parada entrabas en una conversación adorable sobre el calor, el frío y los pajaritos que comían las migas que ella les daba.

Au drey dijo...

Me parecio que era esa. Habia otra por el barrio, que desaparecio hace mucho mas tiempo. La de la panaderia de Melo y Aguero. Esa no era transparente, pero era pequeña, y tenia una parte de la nariz que le faltaba, reconstruida con papel mache.

EmmaPeel dijo...

me recordó algo: el domingo llego al geriátrico donde vive mi abuelo y estaban de cumpleaños

104 años

entro al comedor a saludar

y la cumpleañera no medía más de 75 centímetros, categoría peso aire

Anónimo dijo...

Ememe,no se por quien me confundes
yo al ayude a a la señora
a terminar con su sufriemiento!
cariños
car

Anónimo dijo...

sufrieee que??

Anónimo dijo...

Señor Car-cassone aspira vino de mesa y se le inyectan los ojos de un amarillo hepatitis, luego sale a secuestrar viejas pedigüeñas.

Anónimo dijo...

los ojos de dios.

Notengo dijo...

ay, no, eso no se pregunta. esos personajes eternos, que forman parte del 'empapelado' de las paredes de todos los barrios, siempre desaparecen sin que lo notemos y cuando nos damos cuenta, nos da cosita preguntar, por las dudas, no? mejor, morir en la ignorancia. hermosa la descripción de la viejita.

Marta Repupilli dijo...

Anoche volví y soñe con Dora.
Cariños
G

Anónimo dijo...

Ya conseguimos lugar para fiesta y muestra.
¡Cómo voy a extrañar a la familia!
La semana que viene paso más detalles.
Hoy no estoy en condiciones.