miércoles, octubre 18, 2006

gómitos

A los cinco años B.2 tuvo una gastroenteritis bestial: pasó un día entero vomitando y cagando cada dos horas. Ella se metía por debajo de mi remera, asomaba la cabeza por el cuello y yo la tenía todo el tiempo así abrazada contra mí. Eso la consolaba y le daba calorcito. Éramos como un ser bicéfalo asimétrico. Sólo deshacíamos la posición para correr al baño. Después de varias horas se asustó y repetía este texto ridículo que en medio de la preocupación me hacía reír sin parar: - me se va a pasar la gomita de la panza? me se va a pasar la gomita de la panza?
Después me contó que creía que en la barriga había una bandita elástica que tiraba la comida hacia arriba. Por eso la palabra gomitar le parecía tan apropiada y a la palabra vomitar no le hubiera encontrado sentido.
En un momento tuvo también pánico a seguir cagando y gritaba -Tengo miedo de cagar la mente!
Ahora tiene 30 años y desde ese episodio no volvió a gomitar nunca más, tanto fue el terror que tuvo.

No hay comentarios.: