lunes, septiembre 25, 2006


Cuando tengo mucho pero mucho pero mucho miedo y hasta me despierto de noche asustada con sueños de persecución y tiros me prendo del lado de adentro de la ropa mis medallitas santas que me protegen de todo. Una es de Jesús Niño y sirve para proteger a los hijitos. Otra es de la Difunta Correa, santa que quiero mucho porque siempre me cuidó. Y la otra es de San Expedito, que a pesar de su nombre es un santo muy serio, que te salva de situaciones de peligro inminente. También rezo -Angel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día y me acuerdo de una figurita que tenía cuando era chica: dos nenes cruzando distraídos un puente muy frágil y un ángel de la guarda volando al lado de ellos sosteniéndolos sin que se dieran cuenta. Como en la vida real siempre me río de Dios, de los santos y de las religiones, cuando tengo miedo temo que todos ellos estén enojados conmigo y decidan castigarme dejándome sin su protección cuando más los necesito, pero hasta ahora eso nunca ocurrió.

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