viernes, octubre 13, 2006

El día de la madre es una hijaputez


Los hijos grandes almuerzan con ella simulando alegría y pensando que se están perdiendo el partido. Hay peleas solapadas entre hermanos, cuñados y suegros porque ese día todos quieren parecer afectuosos y considerados pero al mismo tiempo cada uno quiere hacer lo que le resulta más cómodo.

Es el ensayo general de la tupacamarización de las parejas, que llega a su punto máximo a fin de año (Navidad con tu familia, fin de año con la mía)

Los hijos muy grandes, que tienen mamás viejísimas, las sacan a pasear ese único domingo cada año pensando que tal vez sea el último. Se las ve pasar sumergidas en el asiento de atrás del auto, medio abombadas por el calor y por el movimiento al que no están acostumbradas.

Los chicos que tienen mamá se sienten obligados a portarse bien ese día y a regalarle algo que la deje patitiesa de asombro. Meses antes, a veces desde marzo, las maestras les proponen fabricar unas garchas horribles reciclando residuos. Hacen collares de fideos que para diciembre ya están rotos y apolillados, hacen portalápices forrados de hilo sisal y monstruosos portarretratos con pegotines de brillantina.

La madre recibe el regalo emocionada, claro, porque le da ternura pensar que el nene estuvo trabajando en secreto para sorprenderla, pero después tiene que poner el portalápices o el portarretratos en un lugar visible y esperar que el tiempo lo vaya decolorando y desarmando para poder tirarlo a la basura discretamente.

Eso, los nenes que tienen mamá. Los que no tienen presencian cómo toda la humanidad se traslada llevando tortas de un lado a otro de la ciudad, ocupando restaurantes enteros y todos los taxis, comprando celulares y flores mientras ellos no tienen para quien hacer el collar de fideos. Cuando mis chicos eran chicos siempre tenían uno o dos compañeros sin mamá. Yo no podía dejar de mirarlos. Se me apretaba la garganta de pena cuando los veía quedarse solos después de las fiestas del colegio, cuando todas nos llevábamos a nuestros hijos un rato antes.

La mamá de mi amiga L. se murió cuando ella tenía 12 años. Cuando volvieron del cementerio tuvo su primera menstruación y no sabía qué le estaba pasando. Sólo tenía a su papá y a su hermano. Siempre que me lo cuenta llora porque lo sigue sufriendo con la misma intensidad cuarenta años después.

Creo que deberían suprimir el día de la madre. Es un motivo de molestia y de sufrimiento para todos los hijos y para las madres también.

2 comentarios:

ericz dijo...

Hace muchos años.
En mi cole se hacía una chuchería pero solo para el día de la madre. El del padre ni se mencionaba.
Y estaba bien porque todos tenían madre, y varios no teníamos padre.

myrna minkoff dijo...

Seguro que la maestra sabía y por eso se hacía la distraída el día del padre.