Hay muchas clases de gazpacho: andaluz, cordobés, granadino, qué se yo, miles.
A mí me gusta el sevillano. Todos llevan ajo, Carolain, y no como accesorio, sino en sí mismos. Sin ajo no hay gazpacho, te cuento. Si te hace mal, probate esto: abrí el diente de ajo a lo largo y sacale un brotecito que tiene. A veces es más visible y otras menos, pero siempre está todo a lo largo del diente. Ese brote es el responsable de que el ajo te caiga como una bomba y también de que te deje un aliento a Hugo Moyano que no te la cuento. Ambos efectos fatales se deben a que el ajo contiene mucho azufre, y casi todo está contenido en ese brote.
En realidad el gazpacho es una sopa bien fría que se va armando en la mesa con el agregado de otras cositas, que son las que viste en los bowls. En uno hay cebolla cruda (yo la odio), en otro pepino, en otro cubitos de pan blanco fritos (yo no los hice esta vez), en otro un huevo duro, en otro tomates y en otro pimiento (ají morrón). Todo eso debe ir picado muy finito y se le echa al gazpacho propiamente dicho en la proporción que uno quiere a medida que va comiendo.
Ahora va la receta sacada del libro Cocina Andaluza de Susaeta que compré en Sevilla:
Ingredientes para 3 personas:
1 kg de tomates rojos maduros
1 pepino
1 pimiento verde
50 grs de miga de pan (masomeno dos pancitos tamaño mignon)
1 diente de ajo
3 cucharadas de aceite (yo uso de oliva)
1 cucharada de vinagre (yo uso de manzana)
sal gruesa
Aparte, dos tomates, un huevo, medio pepino, una cebolla para acompañar.
Preparación:
1. Remojar 15 minutos la miga de pan en agua. No le pongas demasiado; apenas para cubrirla. Si le pusiste de más, escurrí la miga con los dedos.
Poner en la licuadora o procesadora la miga, el ajo cortado chico, el aceite y el vinagre. Procesar hasta que se haga una pasta.
2. Cortar los tomates, sacarles las semillas. Cortar el pepino a lo largo y sacarle las semillas con una cucharita. Limpiar el pimiento. Cortar todo chico y agregarlo a la pasta anterior. Licuar y licuar hasta que se homogeneíce (ize? ise?)
3. Pasarlo por un colador chino apretando con una cuchara de madera o lo que quieras.
4. Ponerlo en la heladera varias horas para que se enfríe muy bien.
5. Servirlo.
Secretillos (que toda receta tiene):
A. pasarlo por el chino es fundamental. Queda cremoso y suave. En cambio el gazpacho común no se pasa por el chino y queda medio bestial, con pedazos de cosas flotando.
B. licuar primero muy bien la base de miga, ajo, aceite y vinagre. Después lo otro se incorpora bien. De lo contrario siempre queda un cacho de ajo suelto.
C. sacar las semillas de los tomates y del pepino. Si quedan, al licuarlas le dan un gusto amargo.
Que te aproveche, mujé!!
4 comentarios:
gracias, ememe! me honra la receta dedicada. me aprovechará, sin dudas. también a p, mi esposo, que ya me pidió que se la mande por email. no sabía el "secreto" del ajo, creo que eso va a cambiar mi vida en lo relativo al consumo de ajo...
carolain
Homogeneíce. Con estos verbos difíciles, se recomienda buscar en Google: "conjugación homogeneizar"
Mirá qué buen dato, crab!
Ni idea de que se podía buscar en google. Igual, qué palabra horrenda, "homogeneíce". Es como abolir, que también tiene una forma de conjugación ridícula: "abuela".
Y hay casos peores. ¡Estos gallegos! Coincido con abuela, que justamente ellas nunca abuelan nada, pobrecitas...
Publicar un comentario