jueves, junio 14, 2007

Una buena y una mala noticia


Cuál quieren que les dé primero?

Hip-hop-lee-ta preguntó por ellos y desde hace varios meses siento la presión popular, oigo retumbar en mi inconsciente la pregunta implícita que todos se hacen y me hago la burra:

-Qué fué de Vicente?
-Cómo está Alonso?

Bueno, les doy primero la buena: Alonso está rebien, gorda y verde. Se fue adueñando de la casa y organizó para ella y para mí dos nuevos rituales de invierno que respeta a rajatabla:

Ritual de día de sol:
1. Se despierta a las 9. Pongo su plato de comida frente a la ventana y le pongo sus gotitas homeopáticas en el agua.
2. Se arroja desde el estante donde duerme arrastrando en la caída todo lo que hay en los estantes inferiores: costurero, botones, cintas, cajas con contenido diverso y la canasta donde voy depositando las medias para zurcir y que nunca zurzo (zurso? surzo? surso?)
3. Va al baño como un viejo arrastrándose y con cara de orto. En el baño le dejo dos papeles de diario para que garque ahí, pero no sirve de nada porque tiene muy mala puntería con el culo.
4. Sale del baño visiblemente más flaca. Limpio el piso.
5. Va hasta su plato y come lentamente. Mastica mirando por la ventana.
6. Se queda con los ojos cerrados al sol una hora o dos.
7. Va hasta la biblioteca, se trepa al respaldo del sillón y se queda ahí otras tres o cuatro horas, hasta que se va el sol.
8. Se pasea meditabunda por toda la casa y mira de reojo cuando alguien le dice algo bonito.
9. A las 6 de la tarde está ostensiblemente aburrida y de mal humor. Si la acaricio me patea con una de sus patas musculosas forradas de cuero verde. Le digo que tiene un mala onda insoportable.
10. A las 7 se trepa a su estante y se queda dormida.

Ritual de día nublado:
1. Se despierta a las 11.
Los puntos 2, 3, 4 y 5 se repiten como en los días de sol.
6. A las 3 de la tarde sube a su estante y se queda dormida.

Ahora la noticia mala:
Vicente ha desaparecido.
Cuando me fui a Rosario estaba muy flaco y muy quieto.
Varias veces al día le rociaba la jaula con agua, le ponía gorgojos y otros bichos minúsculos y hojas frescas por si había decidido hacerse vegetariano, pero se lo veía muy mal, muy pálido. Le acariciaba la pancita, le hablaba, pero él casi no reaccionaba. Cuando volví lo primero que hice fue ir a mirarlo. Levanté cuidadosamente las piedras, saqué las cáscaras de nueces, moví la arena, pero no apareció. Le pedí a B.3, que ve mejor que yo, que mirara ella, y tampoco lo vió. Me puse como un antropólogo forense con una cucharita a revolver todo con suavidad hasta que me convencí de que ahí no había nada que se pareciera a Vicente ni a su cadáver. En cambio, los grillos y los gusanos estaban gordos y eufóricos.
Debo decirlo de una vez: creo que se murió y que se lo morfaron. Nadie lo puede creer, pero yo sé que sí porque esos gusanos se alimentan con pollo y se comen hasta los huesos, si son finitos. Y a los grillos les gusta la carne más que nada en el mundo. Vicente de carne no tenía nada, pero morfarse su cuerito, sus mini tripitas y sus huesitos debe haber sido un festín inolvidable.
Pensé varios días qué hacer con esos bichos y al fin los puse en una maceta protegida del frío. Pienso que Vicente está allí, con sus moléculas repartidas entre todos ellos y seguramente con su almita valiente también.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala este bien donde este.
Gaby.

Anónimo dijo...

Me puso muy triste la noticia de Vicente. Ojalá un día de estos lo encuentres dando vueltas feliz por tu casa.

Anoni

Anónimo dijo...

siento tanto
que vicente
no llegase
a monedero

Hipólita

Anónimo dijo...

De chico tuve un hamster. Era un bicho hiperkinético. También tuve una perra setter. Había que tener cuidado con cerrar bien la jaula del hamster para que no se escapara. Un día el hamster me mordió la mano traspasándome la piel de ambos lados. Sangré bastante. Esa noche no tuve mucho cuidado en cerrar la jaula del hamster. Al otro día había pelos de hamster por la cocina. Fue el precio de la negligencia de ambos.

Anónimo dijo...

También me puse triste pero entro y H. me pudo y me hizo reir, con culpa, pero me estoy riendo. Me impresiona imaginar la imagen pequeña de Vicente entre alimañas despedazandolo, tanto animal planet me hizo mal, pero habrá estado muerto ya cuando se lo cmieron?

myrna minkoff dijo...

sí, ab, seguro que si se lo comieron es porque estaba muerto. Cuando estaba vivo se le subían los grillos al lomo y él se los sacaba de encima con una vibración de la piel (como tan lindo explica Zelarayán de la piel del caballo).
Los grillos y los gusanos (que por algo se llaman tenebrios) esperaron a verlo quietito durante varias horas antes de empezar a mordisquearlo.
Creo que eso se llama la ley de la naturaleza o la de la cadena alimentaria y creo que es justo y correcto, aunque esta vez le haya tocado a nuestro Vicentico.

Anónimo dijo...

Veo que para no ser menos me comí una o...en fin, chiste malo y fácil
Acuerdo ememe la naturaleza es así, a todos algo nos toca, pero gracias por la aclaración por que un poco me impresiona imaginar el bicho y vivo mientras le arrancan pedazos.

Anónimo dijo...

Como Hip soy yo.No imagino a Roberto con lagartito.Pero si imagino chicas en tanga.
Cariños
A

Anónimo dijo...

Estoy componiendo un réquiem para Vicente.

Anónimo dijo...

Lo que te pasó es realmente triste...

Cuando uno tiene una mascota llega a quererla TANTO!!

Ahora te falta alguito...
pero por suerte tenés a AlonsA...
Así que disfrutá de ella, de sus rituales y de su forma de ser!!
SALUDITOS BYE BYE
VAINILLA

Rivotrip dijo...

Me lo temía. Vicente luchó muchísimo, Ememe también. A veces no se puede torcer el destino. Era muy pequeño, incluso para monedero.

Gabi dijo...

Vicente está en Lugar Posta, en una reposera al borde del mar bebiendo un coctel de grillo con sombrillita.

A su alrededor, bichos de todas las especies escuchan fascinados el relato de sus aventuras en la Tierra: él les cuenta historias de la Loca con rociador, de los celos de Alonso, de su estrellato bloxístico, etc.

Y desde un balcón del resort celestial San Francisco de Asís los cuida, y sonríe con ternura escuchando las boludeces que dicen sus hijitos.

EmmaPeel dijo...

Vicente se está tomando un Tom Collins de savia, se lo va a extrañar