Acá está ubicado el argolito que vibra y suena. Es muy fácil encontrarlo pero además hay miles como él distribuidos por todas las plazas de Buenos Aires. Debe ser el árbol más vulgar del mundo.
Hoy pasé cuando iba al Melba. Eran las 6 de la tarde y el sol ya no le daba de pleno. Me quedé un rato parada al lado arriesgándome a ser vituperada por un grupo de fumones acostados en el monumento a Artigas. Pero el árgol no vibraba ni reflejaba ni nada. Tampoco sonaba, porque no había viento.
Las tres o cuatro veces que hizo su performance alucinógena era el mediodía o cerca del mediodía. Se ve que después de esa hora la luz se desplaza ya no lo ilumina y se transforma en un árbol común y silvestre.
5 comentarios:
que orejitas resulto tener artigas, eh.
Son los hombros, nena. Está visto en planta. Me pareció re canchero mientras lo hacía.
Y lo es. ¡Gracias en nombre de todos!
Prometo ir a visitarlo hacia mediodía y te cuento.
Prometo ir.En Homenaje a ese mapa.Era mi zona de influncia esa.
Cariños
A
bien podrían haber sido las orejas, en el caso de que artigas fuera un orejudo ilustre.
esto no le quita lo canchero a tu mapette, desde luego.
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