jueves, enero 18, 2007


Hay una placita que parece romana.
A veces voy y me quedo. Pero ayer había un tipo acostado en la baranda haciéndose la japa.
Me fui para no interrumpir.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Noble actitud! no hay que interrumpir a los enamorados cuando hacen el amor

elreydelaboca dijo...

Me apasionan tus recorridos urbanos. Permanemente homenaje a la ciudad. Claro que a veces hay sorpresas...

EmmaPeel dijo...

la placita perdida antes de llegar a la biblio nacional? me gusta ese lugar también (y es buen lugar para acometer un acto de autoamor)

myrna minkoff dijo...

Sí, es esa placita medio tenebrosa que atrás es una especie de jardín de casa inglesa. Siempre me gustó y me dió cui cui.
Lo del autoamor no sé, eh. Hay que estar muy decidido para seguir manufacturándosela tranquilamente a la vista de los paseantes.

Anónimo dijo...

Te juro Emme que me haces recagar de risa! Quiero ser tu amiga!

No puedo creer estar afanándole minutos al laburo (en realidad estoy en un día increíblemente libre) para meterme en tu "block" Me imagino que podríamos ser buenas amigas!

Te felicito y te agradezco la generosidad de compartir con nosotro semejante abundancia creativa.

Besos,


Annie

Sacate dijo...

No es molestia, sólo quería un destinatario para su ofrenda. No se escandalicen ni piensen que es incoherente: si la placita es romana, es absolutamente coherente la escena.