Anoche nos fuimos a dormir muy tristes: perdió el tata Baldomir. Mayweather volaba como una libélula por el ring y el pobre Tata no le embocaba ni una. La cara se le iba malaxando más y más en cada round.
Lo peor es que había ido con la patrona y los cuatro hijos. Uno se los imagina presenciando cómo le pegan, qué pena que da. Ganó un millón de dólares, pero deben haber sufrido mucho. Ojalá que se retire, pienso, para que no le peguen más.
En el reportaje final estuvo muy bien: -No lo podía encontrar y cuando lo encontraba me sentia pesado y lento, dijo.
El idiota de Juan Larena, el comentarista de la nariz tapada, dijo después: -Mayweather le aplacó darechazo tras darechazo.
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