martes, noviembre 28, 2006

Secretillos de la salchipapa


Me preocupa que estoy virando insensiblemente hacia Ketty de Pirolo.
A la hora de la salchipapa tengan en cuenta estos detalles:

1. Cortar las papas bien finitas (no con pelapapas, porque al cocinarlas se deshacen). El Mandolín es irreemplazable. Separar varios dientes de ajo para poner enteros a freír con las papas. Les dan un gusto muy sutil y se pueden apretar para extraerles la cremita interior y untar panes o lo que uno desee.
2. Ponerlas en agua fría para que suelten el almidón que las hace babosas y más engordantes.
3. Secarlas bien con un repasador limpio para que queden crocantes.
4. Calentar muchísimo el aceite. Yo uso mitad maíz y mitad oliva. Probar la temperatura tirando una rodaja de papa. Si se fríe frenéticamente, ya está bien caliente.
5. Mover suavemente con un tenedor o algo filoso que pueda introducirse entre dos rodajas pegadas y separarlas.
6. En cuanto están doradas sacarlas con espumadera, ponerlas sobre mucho papel absorbente y moverlas un poco para que suelten el aceite sobrante. También se puede usar un suplemento literario. En ese caso se envuelven en el papel como si fuera una bolsa y se sacuden un rato.
7. En el aceite que sigue sobre el fuego, tirar varias salchichas (buenas) cortadas en rodajas. En cuanto se doran, sacarlas rápido y revoltijearlas con las papas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quero un mandolín ahora!!!!! te cuento que después de tamaño concurso y mi "pelapapas" inicié una encuesta fliar al respecto, y mi vieja no desperdició una nueva oportunidad de reirse de mi ignorancia culinaria, me dice que en los antepasados no era pelapapas era mandolín, era, pero que se perdió y no hubo otro y yo llegué a la época pelapas como mejor reemplazo, bue otra vez será, que disfruten ese pan.

myrna minkoff dijo...

ab, viste que tu mamá sabía?
Los mandolines no se consiguen más. Yo tengo uno que encontré en un bazar decrépito de San Telmo. El tipo lo sacó de abajo de una pila de palanganas, lleno de tierra. Y era el único que tenía. Para llegar a eso estuve más de seis meses campeándolo por toda la ciudad. Me encanta querer algo y buscarlo pacientemente. Encontrarlo es un placer, pero el placer mayor está en buscarlo.

Anónimo dijo...

yo también quiero un mandolín... supe que existían cuando vine a estados unidos. en inglés se llaman igual que el instrumento musical: "mandoline", de ahí mi traducción aberrante. ahora voy a ver si puedo conseguir uno para emular las papas fritas de ememe. mi esposo va a estar muy contento (y yo también).

me alegra que se haya develado el misterio que me tuvo en vilo un par de días. y del pan de miel mejor no digo nada. ay, la ignorancia culinaria...