domingo, noviembre 26, 2006

Fiebre de sábado todo el día









A la mañana, Ezeiza.
En casa, mate, charlita dulce y divertida. Fotos del viaje, regalos preciosos: libros de medicina, libros de arte, discos, libretas para escribir y para dibujar. Vuelve la música a la casa. Después, deseada siesta de reencuentro.
Al mediodía, almuerzo en el balcón: salmón frío con limón, mayonesa casera, ensaladas. ..................................................................................*
A las 5 compro cosas ricas para el té. Vienen B.1, R. Y B.2. Tomamos té verde en el balcón pero enseguida entramos: hay mucho viento y se nos vuela todo a pesar de las piedras que siempre les pongo encima a las servilletas.
Hablamos de algo terrible que pasó hace justo una semana. Todos nos consolamos y nos abrazamos. No hay nada que podamos hacer, sólo llorar todo lo que haga falta. R. es como una gatita abandonada, llora dulcemente, sin rabia, y dice cosas que nos parten el corazón. Se deja abrazar y besar y le brotan ríos de lágrimas que le corren por toda la cara de bebita que tiene. Después llega B.3 y nos vamos a una muestra de su chico, L., en Belleza y Felicidad. En la primera sala hay unos cuadritos navideños que me encantan, azucarados, enfermoides. Alrededor hay objetos desagradables con alimañas como los que montábamos cuando éramos chicos para molestar a las madres. También hay dos cuadros inquietantes que me gustan. En la segunda sala está la obra de L. y de P. Listas de libros y papelitos para arrancar como los de los postes de la calle. Se llevan a una fotocopiadora y te imprimen el libro que pidas. Me interesan dos. Arranco los papelitos correspondientes. B.3 me informa que los originales son de ella, que están en casa y que me los puede prestar. Pasan bandejas con cocteles fucsia fluorescente. Algunos tienen una cucaracha de plástico adentro.
L. y a P. cumplieron años la semana anterior. Les doy sus regalos de cumple. Nos abrazamos fuerte porque nos queremos mucho. A P. lo conocí en el Buenos Aires hace muchos años. Estaba acostado en el piso, en el vano de una puerta, con un pijama azul. Anoche conocí a sus papás, cuyas caras fueron escaneadas y morfizadas con Photoshop para hacer la de P. Nos gustó conocernos. Una fotógrafa nos sacó una foto.
Como siempre, M.4 es inmediatamente interceptado por varios pesados que lo acorralan y le hablan de cosas que no le interesan. Me lanza una mirada en código, lo rescato y huímos. En la esquina encontramos La Limeña. En la tele hay un partido de fútbol mexicano. Elegimos dos platos y cuando nos pedimos nos informan que no hay. Elegimos otros dos. Mala suerte: tampoco hay. Pedimos que nos digan qué hay y elegimos dos de esos cuatro platos: tamales y una sopa de mondongos flotantes que sirve en una especie de tupperware gigante. Un hombre igual a Ron Daúl, el del Chapulín Colorado, toma una botella de cerveza tras otra coloreándola con coca cola. Cada cinco minutos va al baño tambaleándose y emboca por casualidad en la puerta de Caballeros. Pienso que tanto pis no puede deberse sólo a tanta cerveza. Además debe tener la próstata inflamada.
Sobre la puerta de los baños hay un cartel incomprensible. Pensamos un rato y concluimos que quiere decir Servicios Higiénicos.
Seres Humanos, Sensibilidades Humilladas, Secreciones Húmedas, son otras posibilidades que barajamos. Hay tres pinturas rupestres en las paredes. Verdadero arte, no como el que muestran en la esquina.

Después nos vamos al cumpleaños de I. Balcón precioso en un último piso, con entramado de cañas y plantas de orquídeas, comidas riquísimas, pastita de berenjenas medio ahumada, una especie de sopa paraguaya, vinito, charla en el balcón con heredo alemanes y alemanes originarios, casi todos médicos, todos amigos. De repente nos cayó encima toda la emoción del día y nos agarró mucho cansancio. Volvimos a casa, nos dormimos enseguida.

Esta entrada fue censurada por B.3. Consideró que la frase "Nueva siesta como para ponerse al día" era una alusión erótica impropia de una señora decente. Le expliqué que me referíaa recuperarse del cansancio, no de la abstinencia sexual, pero no me creyó.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no es por lo decente o no de tu ser señora. es porque sos mi-ma-dre.

myrna minkoff dijo...

Claro, y se sabe que las madres sólo .... para tener bebitos.

Anónimo dijo...

che, no quiero meterme en las internas familiares, pero si mami tiene blog ese es su espacio y si quiere retozar en la siesta que retoce lo que qiera, no te parece?

A. dijo...

y yo como quisiera que mi madre fuera como vos.
serendipia pura, encontre tu blog y no puedo parar de leerlo.
Un beso grande!